domingo, 25 de abril de 2010

ensayo la psicomotricidad

Republica Bolivariana de Venezuela
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio
Núcleo Académico Táchira









Desarrollo Psicomotor del Niño de 0 a 7 años










Psicomotricidad
La psicomotricidad es una disciplina que, basándose en una concepción integral del sujeto, se ocupa de la interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción, el movimiento y de su importancia para el desarrollo de la persona, de su corporeidad, así como de su capacidad para expresarse y relacionarse en el mundo que lo envuelve. Su campo de estudio se basa en el cuerpo como construcción, y no en el organismo en relación a la especie.
El psicomotricista es el profesional que se ocupa, mediante los recursos específicos derivados de su formación, de abordar a la persona desde la mediación corporal y el movimiento. Su intervención va dirigida tanto a sujetos sanos como a quienes padecen cualquier tipo de trastornos y así sus áreas de intervención serán tanto a nivel educativo como reeducativo o terapéutico. Una de sus corrientes es la educación vivenciada de Lapierre y Aucouturier que utilizan el movimiento como medio de aprendizaje.

El desarrollo psicomotor de los niños

Se conoce como desarrollo psicomotor a la madurez psicológica y muscular que tiene una persona, en este caso un niño. Los aspectos psicológicos y musculares son las variables que constituyen la conducta o la actitud. Al contrario del intelectual que está dado por la maduración de la memoria, el razonamiento y el proceso global del pensamiento.

El desarrollo psicomotor es diferente en cada niño, sin embargo, es claro que él se presenta en el mismo orden en cada niño. Es así, por ejemplo, que el desarrollo avanza de la cabeza a los pies, por ello vemos que el desarrollo funcional de la cabeza y las manos es primero que el desarrollo de las piernas y los pies.

Los factores hereditarios, ambientales y físicos también influyen en el proceso de crecimiento psicomotor. Por ejemplo, vemos que la habilidad para hablar más temprano es propia de ciertas familias y que las enfermedades pueden afectar negativamente el desarrollo motor; también es claro que la ausencia de estimuladores visuales, táctiles y/o auditivos afectan la madurez psicológica.

A continuación se presenta un resumen de lo que debería observarse en el proceso de crecimiento psicomotor de los niños hasta los 5 años.
• Nacimiento: prácticamente el niño duerme todo el día. Responde con llanto a sus necesidades básicas de alimentación, dolor y cambio de temperatura.
• 6 semanas: Comienza a sonreír cuando le hablan. Mira los objetos situados en su campo visual. No sostiene la cabeza y puede descansar extendido sobre su abdomen.
• 3 meses: sonríe espontáneamente, sus ojos siguen los objetos en movimiento, sostiene la cabeza al estar sentado, agarra los objetos colocados en su mano y vocaliza.
• 6 meses: se sostiene en posición erecta, se sienta con apoyo y logra girar sobre su propio eje. Puede transferir los objetos de una mano a la otra. Balbucea a los juguetes.
• 9 meses: ya se sienta completamente solo, gatea y logra ponerse en posición erecta y puede dar los primeros pasos. Dice “papá”, “mamá” “tete”, se despide con las manos, y sujeta el biberón.
• 1 año: ayuda a vestirse, dice varias palabras y camina con ayuda de los familiares.
• 18 meses: Camina sin ayuda, sube escaleras con ayuda, tiene mejor control de sus dedos, come parcialmente solo y dice unas 10 palabras.
• 2 años: Corre, sube y baja escaleras sin ayuda, puede pasar las páginas de un libro de una en una, se viste casi sin ayuda (las prendas sencillas), dice frases cortas y puede comunicar sus necesidades de evacuación.
• 3 años: Sabe vestirse sin ayuda (a excepción de anudar los cordones y abotonarse), usa palabras en plural, sube en triciclo, puede comer sin ayuda y hace preguntas constantemente.
• 4 años: lanza la pelota a lo lejos, puede saltar sobre un pie, puede copiar a imagen de una cruz, conoce al menos un color, puede resolver sus necesidades de evacuación.
5 años: atrapa con la manos la pelota que le lanzan, puede copiar un triángulo, conoce al menos cuatro colores y puede desvestirse y vestirse sin ayuda.


El desarrollo psicomotriz
Es un aspecto evolutivo del ser humano que consiste en la maduración y conocimiento de un sujeto. Analizando el término psicomotriz observamos que “psico” hace referencia a la actividad psíquica y “motriz” se refiere al movimiento del cuerpo. Por ello, sabemos que las destrezas motrices que el niño va logrando a lo largo de su crecimiento se relacionan estrechamente con su evolución psíquica. Pero el desarrollo psicomotriz no sólo se produce por el mero hecho de crecer, debemos tener en cuenta la influencia del entorno en este proceso.

Por tanto el desarrollo psicomotriz depende de:
• la dotación genética del sujeto.
• su maduración.
• la oportunidad de entrenamiento o aprendizaje en el momento oportuno que viene facilitado por el entorno en que se encuentra el sujeto.




Teniendo en cuenta este punto anterior podemos establecer dos clases de desarrollo psicomotriz:
- por un lado el que depende sólo de la maduración y desarrollo del individuo como andar, correr, saltar y que sucede en todos los niños.
- por otro lado aquel en el que influye el aprendizaje y es diferente en cada niño porque viene propiciado por su ambiente como tocar el piano, nadar, jugar al tenis, etc.
A continuación vamos a describir la evolución de la psicomotricidad de forma cronológica, pero antes debemos tener presente que las edades que se asocian a estos logros no son fijas ni uniformes, ya que cada sujeto tiene su propio ritmo madurativo, así pues lo tomaremos como una aproximación orientativa.
Al Nacer
El niño nace con un repertorio de conductas que está determinado biológicamente y que permite su supervivencia y que conocemos con el nombre de reflejos. Algunos reflejos se pierden durante el crecimiento, otros permanecen en la conducta del individuo y otros pasan de ser reflejos a conductas voluntarias.
Estos últimos son los que más nos interesan ya que formarán parte de la coordinación del sistema motor. Son dos:
Reflejo de succión: Se activa cuando un objeto, como por ejemplo el chupete se pone en contacto con los labios del niño.
Reflejo de apoyo lateral y posterior: Consiste en extender el brazo hacia el lado por donde se pierde el equilibrio, o en dirigir las manos hacia atrás cuando hay riesgo de caída.
DE 0 A 11 MESES:
Al cumplir un mes el bebé intenta levantar la cabeza, al segundo mes ya es capaz de levantarla durante ciertos periodos de tiempo.
Cuando tiene tres meses se produce el control de la cabeza y las manos y se apoya con los codos y antebrazos.
Al quinto mes puede permanecer sentado, produciéndose apoyo lateral y posterior, debido a que ya existe coordinación entre la visión y las manos.
Cuando el bebé tiene seis meses puede andar a gatas, coge objetos y los cambia de mano, incluso puede llevarse los pies a la boca ayudándose de los brazos. El cuerpo del bebé parece de goma sobre todo por el tono muscular cuya misión es ajustar la postura y asegurar la plasticidad, ya que es el punto de partida de la actividad motriz.
AL AÑO:
Al cumplir un año de edad se puede mantener de pie durante ratitos pequeños y camina con ayuda, consigue coger objetos haciendo una correcta prensión entre los dedos pulgar e índice e igualmente que los coge los vuelve a soltar.
En este primer año de vida ha aprendido a señalar y puede pasar de estar tumbado a esta sentado. Cuando tiene un año y medio ha conseguido andar y puede subir escalones con ayuda. Toca todo, se agacha y es capaz de levantarse y sentarse sólo en una silla.
Según va surgiendo esta independencia en su motricidad, aumenta su curiosidad, siendo capital en este punto la labor de los padres, ya que fomentando y satisfaciendo su curiosidad facilitarán su desarrollo.
- DE 2 A 6 AÑOS:
Cuando tiene 2 años aparece la carrera y puede saltar con los dos pies juntos. Se puede poner en cuclillas, sube y baja las escaleras apoyándose en la pared.
A los 3 años controla bien su cuerpo y se consolidan las habilidades motoras adquiridas. Al mismo tiempo aparecen otras habilidades. En este año la carrera se perfecciona, sube y baja escaleras sin ayuda, puede ponerse de puntillas y andar sobre ellas. Sabe sentarse con los pies cruzados sobre los tobillos, sabe comer y beber sólo. Su habilidad manual se desarrolla rápido, ya hace construcciones con bloques.
A los 4 años corre de puntillas, puede saltar sobre un pie. Se mueve sin parar y salta y corre por todas partes.
Cuando ha cumplido 5 años el sentido del equilibrio y del ritmo están muy perfeccionados. Sabe saltar a la “pata coja” y sus habilidades manuales están ya mucho más desarrolladas: utiliza las tijeras con mayor precisión, su coordinación manual es mucho más exacta y se marca la lateralidad, es decir elige con qué mano prefiere coger el lápiz, peine o cuchara y qué pierna va a utilizar cuando tenga que chutar un balón.
A los 6 años la maduración está prácticamente completada, por lo que a partir de ahora y hasta los 12 años es el momento idóneo para realizar actividades que favorezcan el equilibrio y la coordinación de movimientos. El perfeccionamiento de conductas motrices se logrará mediante el entrenamiento y la repetición.




Importancia del desarrollo Psicomotor del niño en la evolución integral del niño de 0 a 7 años
El desarrollo psicomotor de las niñas juega un papel muy relevante en el posterior progreso de las habilidades básicas de aprendizaje, desde la capacidad para mantener la atención, la coordinación visomotora (habilidad para poder plasmar sobre el papel aquello que pensamos o percibimos) o la orientación espacial. Siendo todos estos aspectos claves de cara al posterior desarrollo de la lectura y la escritura.
En el desarrollo psicomotor conviene prestar atención a dos pasos fundamentales que facilitaran el posterior desarrollo del aprendizaje de las niñas, estos son el arrastre y el gateo. En los videos que siguen podemos ver dos ejemplos en los que ambos niños realizan correctamente estos movimientos, cruzando ambos lados del cuerpo, si nos fijamos veremos que alternan pierna derecha con mano izquierda y viceversa.
La correcta realización de estos movimientos sienta las bases para la bipedestación (caminar) y estimulan diferentes aspectos básicos del aprendizaje posterior, entre los que cabe destacar:
• La coordinación entre la mano y el ojo (muy importante en la escritura)
• El desarrollo del cuerpo calloso (parte del cerebro que facilita la comunicación entre los dos hemisferios)
• Aumentar el conocimiento del propio cuerpo (aspecto muy importante de cara al desarrollo de la orientación en el espacio, el cual juega un papel determinante en el aprendizaje de la lectura y la escritura)
• Facilita el proceso de lateralización.
• Estimula el ritmo y por tanto la orientación temporal.
• Facilita el desarrollo de las habilidades visuales
A lo largo de los primeros años de vida a través de la experimentación con nuestro cuerpo y con nuestro entorno. La primera vez que el bebé consigue realizar un movimiento es por casualidad. A partir de aquí se da cuenta de la posibilidad y lo vuelve a intentar, y lo repite infinidad de veces hasta que lo domina. Es decir, hasta que tiene grabado en su cerebro la forma de hacerlo y por lo tanto pasa a ser algo automático. Así aprendemos absolutamente todo a lo largo de nuestra vida, a través de la práctica, incluso de adultos.
Cuando estimulamos y ayudamos al niño en su desarrollo psicomotor lo que hacemos no es esperar a que intervenga el azar, sino que le ayudamos nosotros a descubrir sus posibilidades.
Pongamos un ejemplo: un bebé tiene un juguete al lado que no le llama la atención, es un sonajero. Puede ser que lo vea pero no le atraiga, no le interese. Por casualidad le da un golpe y suena. Ahora si que le interesa y lo intenta hacer sonar otra vez, a veces lo consigue y a veces no, lo hace sonar hasta que aprende como tiene que moverlo para obtener el sonido. La próxima vez que le enseñemos el objeto lo hará sonar a la primera porque ya ha aprendido.
Ha hecho un aprendizaje cognitivo-motriz. ¿Y si en vez de dejarlo a su lado le enseñamos que suena para que se interese por el antes? Tal vez ese golpe fortuito tarda en llegar.
Nosotros, como parte del entorno, podemos influir en el desarrollo psicomotor del niño, ayudándole y favoreciendo que sea armónico y adecuado







Mora García Luz Victoria
C.I:18.989.922

sábado, 24 de abril de 2010

La psicomotricidad

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
NÚCLEO ACADÉMICO TÁCHIRA







La psicomotricidad en el niño y niña de 0 a 7 años.
“ensayo”





INTEGRANTE:
• Hernández Erika.
• C.I. 16.611.247.
• Desarrollo psicomotor.

San Cristóbal, 25 abril 2010.


Qué es la psicomotricidad? Su definición todavía está en marcha, ya que a medida que avanza y es aplicada, se va extendiendo a distintos y variados campos. Al principio la psicomotricidad era utilizada apenas en la corrección de alguna debilidad, dificultad, o discapacidad. Hoy, va a más: la psicomotricidad ocupa un lugar importante en la educación infantil, sobre todo en la primera infancia, en razón de que se reconoce que existe una gran interdependencia entre los desarrollos motores, afectivos e intelectuales. La psicomotricidad es la acción del sistema nervioso central que crea una conciencia en el ser humano sobre los movimientos que realiza a través de los patrones motores, como la velocidad, el espacio y el tiempo.
“A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Gabriel Chavalier”.
Esto se divide en dos partes: el motriz y el psiquismo, que constituyen el proceso de desarrollo integral de la persona. La palabra motriz se refiere al movimiento, mientras el psico determina la actividad psíquica en dos fases: el socio afectivo y cognitivo. En otras palabras, lo que se quiere decir es que en la acción del niño se articula toda su afectividad, todos sus deseos, pero también todas sus posibilidades de comunicación y conceptuación.
Educar a un niño es esencialmente enseñarle a prescindir de nosotros. Berge.
A través de la psicomotricidad se puede estimular y reeducar los movimientos del niño. La estimulación psicomotriz educacional se dirige a individuos sanos, a través de un trabajo orientado a la actividad motriz y el juego. En la reeducación psicomotriz se trabaja con individuos que presentan alguna discapacidad, trastornos o retrasos en su evolución. Se tratan corporalmente mediante una intervención clínica realizada por un personal especializado.
Por otro lado la psicomotricidad tiene varios puntos de vista desde diferentes autores como los siguientes:
“La psicomotricidad es un enfoque de la intervención educativa o terapéutica cuyo objetivo es el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que le lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento y el acto, incluyendo todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación, aprendizaje, etc. (Berruezo, 1995: 52)
“La psicomotricidad es la técnica o conjunto de técnicas que tienden a influir en el acto intencional o significativo, para estimularlo o modificarlo, utilizando como mediadores la actividad corporal y su expresión simbólica. El objetivo, por consiguiente, de la psicomotricidad es aumentar la capacidad de interacción del sujeto con el entorno.” (Calmels, 2004: 76)
La psicomotricidad es un planteamiento global de la persona. Puede ser entendida como una función del ser humano que sintetiza psiquismo y motricidad con el fin de permitir al individuo adaptarse de manera flexible y armoniosa al medio que le rodea. Puede ser entendida como una mirada globalizadora que percibe las interacciones tanto entre la motricidad y el psiquismo como entre el individuo global y el mundo exterior. Puede ser entendida como una técnica cuya organización de actividades permite a la persona conocer de manera concreta su ser y su entorno inmediato para actuar de manera adaptada. (Mendiara y Gil, 2003: 123)

“La psicomotricidad es una disciplina educativa/reeducativa/terapéutica, concebida como diálogo, que considera al ser humano como una unidad psicosomática y que actúa sobre su totalidad por medio del cuerpo y del movimiento, en el ámbito de una relación cálida y descentrada, mediante métodos activos de mediación principalmente corporal, con el fin de contribuir a su desarrollo integral.” (Zapata, 2001: 89)
La Psicomotricidad permite al niño a explorar e investigar, superar y transformar situaciones de conflicto, enfrentarse a las limitaciones, relacionarse con los demás, conocer y oponerse a sus miedos, proyectar sus fantasías, vivir sus sueños, desarrollar la iniciativa propia, asumir roles y disfrutar del juego en grupo, y a expresarse con libertad. Además de esos beneficios el niño puede también adquirir:
- Conciencia del propio cuerpo parado o en movimiento.
- Dominio del equilibrio.
- Control de las diversas coordinaciones motoras.
- Control de la respiración.
- Orientación del espacio corporal.
- Adaptación al mundo exterior.
- Mejora de la creatividad y la expresión de una forma general.
- Desarrollo del ritmo
- Mejora de la memoria.
- Dominio de los planos: horizontal y vertical.
- Nociones de intensidad, tamaño y situación.
- Discriminación de colores, formas y tamaños.
- Nociones de situación y orientación.
- Organización del espacio y del tiempo.
Es importante la colaboración con las familias, y otros principios como el juego.
Para concluir se puede decir que, La Psicomotricidad, desde mi punto de vista, debe ser, por una parte, un instrumento educativo en manos de los maestros, educadores o pedagogos que contribuya a establecer adecuadamente las bases de los aprendizajes y de la personalidad de los niños y niñas; y por otra parte, debe caracterizar una figura profesional específica, el psicomotricista, que se encargue de abordar, con un peculiar enfoque, los trastornos y disfunciones que podemos denominar psicomotrices, En conclusión, creo que la psicomotricidad, su conocimiento y su práctica, puede ayudarnos a todos a comprender y mejorar nuestras relaciones con nosotros mismos, con los objetos y con las personas que nos rodean. La psicomotricidad se fundamente en una globalidad del ser humano, principalmente en la infancia, que tienen su núcleo de desarrollo n el cuerpo y en el conocimiento que se produce a partir de él.
Estoy convencida de que la psicomotricidad es algo más que una técnica que se aplica, o un conocimiento que se adquiere.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
• www.google.com
• www.elrincondelvago.com
• Enciclopedia vida amor y sexo edición 4